Se trata de una edificación que conforma una pastilla rectangular con diversas patologías, consistentes en la rotura de las piezas de revestimiento de mármol de las distintas fachadas, producidas en mayor medida como consecuencia de las dimensiones superficiales de cada una de ellas, y el deficiente anclaje sobre la fábrica de ladrillo, por lo que se proyectó y ejecutó un sistema de sujeción de las piezas de los aplacados de los balcones, por medio de la fabricación de unas piezas metálicas especiales, diseñadas particularmente para este proyecto, de acero galvanizado en caliente, que se anclaron, mediante fijación mecánica o química según particularidades de cada punto, a la cara inferior del forjado de cada balcón, atravesando el falso techo a través de un casquillo de protección de las lamas de aluminio, con el fin de evitar posibles abombamientos o daños durante la inserción de la fijación. Todas las piezas fueron lacadas previamente en el color de las lamas de aluminio con el fin de crear la menor incidencia sobre el conjunto y su estética, realizando perforaciones en los puntos más bajos que permitan la evacuación del agua de lluvia.